Qué es un calambre muscular
El calambre muscular se produce cuando el músculo se contrae sin que la persona tenga ninguna intención de hacerlo y no puede relajarlo voluntariamente. Se trata de un movimiento involuntario que es difícil revertir a base de la relajación.
Los calambres suelen producirse por la noche, en momentos de máxima relajación, o tras una jornada de ejercicio. Aunque sea doloroso, lo mejor para reducir el calambre es estirar el músculo que se ha contraído de esa forma brusca.
Lo más habitual es que los calambres musculares se produzcan en las piernas, normalmente en las pantorrillas o los muslos. Los calambres pueden producir un dolor muy intenso, hasta el punto de despertarse si se producen cuando la persona está dormida. A los pocos minutos el dolor desaparecerá y es posible que se mantenga un poco de molestia unas horas pero a la mañana siguiente la recuperación será prácticamente completa.
¿Por qué se producen los calambres musculares?
Los calambres musculares se pueden producir tras una carga excesiva del músculo asociada a otros factores o sin esta carga. Estos son los factores más habituales que hace que se produzcan calambres musculares:
- Práctica del deporte en exceso (ya sea en esfuerzo, tiempo…).
- Mantener una misma postura que no sea habitual.
- La deshidratación que se produce por la falta de electrolitos en la dieta o la pérdida de los mismos a través del sudor.
- No estar en forma.
- Falta de riego sanguíneo en los músculos.
- Elevadas temperaturas durante la práctica de ejercicio.
- Aplicación de técnicas incorrectas en la práctica del deporte.
Existen personas que por sus circunstancias de vida tienen un mayor riesgo de padecer calambres musculares:
- Las personas con problemas de circulación suelen padecer de calambres con más frecuencia que quienes no los padecen. La causa de este aumento de frecuencia es porque los músculos necesitan aportes adicionales de oxígeno durante la práctica de ejercicio y si existen estos problemas de circulación, la falta y el aumento de tensión es más frecuente.
- Personas que tienen un déficit de minerales en la dieta o incremento de diuréticos serán también causa de un aumento de calambres musculares.
- Personas mayores: el paso de los años hace que los músculos pierdan consistencia y fuerza , por lo que es posible que los esfuerzos los acusen más y aparezcan más calambres musculares. Así mismo, una de las causas es el empeoramiento de la circulación sanguínea de personas mayores.
- Deportistas: cuando se practica un deporte intensamente en sitios con altas temperaturas es normal sufrir deshidratación, lo que puede provocar calambres musculares durante o después de la actividad física. El motivo de esta deshidratación es la pérdida de electrolitos.
- Mujeres embarazadas: el embarazo suele presentar retención de líquidos, sobrecarga de peso y la compresión de los nervios que puede haber durante el embarazo. Para estas mujeres es muy habitual presentar calambres musculares, especialmente de noche.
Qué hacer para evitar los calambres musculares
- Mantener los niveles de hidratación durante todo el día. Además de hidratarnos mientras hacemos ejercicio, es importante beber agua durante todo el día. Cada persona tiene una cantidad óptima, en función de la edad, situación personal…etc.
- Reposo: cuando hemos forzado un músculo, lo mejor para evitar los calambres musculares es dejar que el músculo descanse el tiempo necesario antes de retomar la actividad.
- Estiramientos: los estiramientos nos ayudarán a calentar y oxigenar los músculos después del ejercicio y sobre todo al empezar o terminar el día.
Si quieres aprender a estirar y prepararte para abordar la práctica del deporte de forma adecuada y estirando para evitar calambres, consulta con un profesional de la fisioterapeuta que te ayudará preparar r los músculos de acuerdo a tu situación particular en función de tu salud y el deporte que practiques.
Ante la persistencia de calambres, aun estirando y manteniendo los hábitos recomendados en este post, es importante consultar con el médico de cabecera por si hubiera alguna alteración a nivel mineral en los análisis de sangre.
La máquina de ejercicios de remo es de las más completas para ganar capacidad cardiovascular y fuerza
Cómo utilizar la máquina de remo
Con el fin de sacar el máximo provecho de nuestra sesión, es importante asegurarse de que estamos tomando la postura correcta.
Cuando hacemos uso de la máquina de remo, debemos, en primer lugar, asegurarnos de que nuestras piernas antes de tirar de la polea están semi flexionadas y brazos estirados , nuestra espalda se incline ligeramente hacia adelante y que nuestro agarre en las manijas sea firme pero no demasiado apretado.
Una vez que estamos en esta posición, podemos comenzar a realizar el movimiento, asegurándonos de que nuestros codos permanezcan doblados. Los codos tienen que llegar hasta nuestro costado y nuestras piernas han de estar empujando el asiento mientras tiramos de las asas hacia nosotros (el asiento solo se moverá en la máquina de trabajo cardiovascular).
Además, al final del movimiento, debemos asegurarnos de que nuestra espalda está recta y las escápulas juntas antes de volver a su posición inicial, siendo así más efectivo el trabajo
Errores a evitar cuando usamos la máquina de remo
Cuando hacemos uso de la máquina de remo, hay una serie de errores comunes que debemos evitar con el fin de sacar el máximo provecho de nuestro entrenamiento.
- La primera de ellas es la de no realizar un agarre correcto, ya que seríamos incapaces de realizar un movimiento efectivo, no obteniendo así ningún beneficio de nuestra sesión.
- Otro error común es el de no sentarnos correctamente en la máquina, ya que si no tenemos una postura adecuada, el trabajo de nuestra espalda y brazos no será efectivo, por lo que no obtendremos los resultados deseados y en el peor de los casos, lesiones.
- Por último, es importante prestar atención al movimiento que estamos realizando con nuestras piernas, ya que un uso incorrecto de las mismas puede afectar a nuestra espalda y brazos, haciendo que nuestra sesión sea contraproducente.
Conclusión
En conclusión, la máquina de remo es una máquina muy completa en términos de trabajo cardiovascular y de fuerza. Sin embargo, al igual que con cualquier otra máquina, es importante tener en cuenta la postura y la técnica correctas para evitar lesiones y aprovechar al máximo nuestra sesión.