7 consejos para combatir el dolor muscular tras el ejercicio
Cómo eliminar el dolor muscular y lograr una recuperación más rápida después de la práctica deportiva
La gran pregunta que todos nos hacemos después de practicar deporte es cómo prevenir el dolor muscular. Incluso los expertos no han llegado a un consenso sobre la mejor solución para lograrlo.
El dolor muscular se produce cuando hay roturas en las microfibras de los músculos, lo que provoca molestias y tensión después de un entrenamiento al que el cuerpo aún no está acostumbrado. Por lo general, la rigidez se establece entre 24 y 72 horas después de la actividad, y su intensidad varía según el tipo de ejercicio realizado. Si el ejercicio fue de alta intensidad, el tiempo de recuperación será más largo y las molestias pueden durar hasta tres o cuatro días. Por lo tanto, para eliminar eficazmente el dolor muscular lo antes posible, es crucial identificar correctamente sus síntomas.

A continuación, exponemos algunos consejos que pueden ayudar a minimizar el impacto del dolor muscular:
1. Calentamiento y enfriamiento: antes de comenzar cualquier actividad física, es esencial calentar los músculos y prepararlos para el próximo ejercicio. Esto se puede hacer a través de actividades aeróbicas ligeras, estiramientos o rodadura de espuma. Del mismo modo, el enfriamiento después del entrenamiento con estiramientos suaves y movimientos de baja intensidad puede ayudar a prevenir la rigidez muscular.
2. Progresión gradual: evita el sobreesfuerzo aumentando gradualmente la intensidad, la duración o la complejidad de tus entrenamientos. Empujarse demasiado fuerte y demasiado pronto puede provocar un daño muscular excesivo y un dolor prolongado.
3. Hidratación y nutrición: una hidratación adecuada y una dieta equilibrada son cruciales para la recuperación muscular. Beber suficiente agua durante todo el día y consumir alimentos ricos en nutrientes puede ayudar a reparar los tejidos musculares dañados.
4. Descanso y recuperación: darle a tu cuerpo el tiempo suficiente para descansar y recuperarse entre entrenamientos es esencial. Dormir lo suficiente, junto con actividades de recuperación activa como caminar ligero o estiramientos suaves, puede mejorar el proceso de curación.
5. Terapia de masaje: los masajes regulares pueden ayudar a reducir la tensión muscular y promover el flujo sanguíneo, lo que ayuda en el proceso de recuperación. Considera incorporar masajes en tu rutina para prevenir y aliviar el dolor muscular.
6. Hielo o terapia de calor: aplicar compresas de hielo o tomar duchas frías después de un entrenamiento puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Por otro lado, la terapia de calor, como compresas calientes o baños calientes, puede ayudar a relajar los músculos y aumentar el flujo sanguíneo.
7. Rodaje y estiramiento de espuma: el uso de un rodillo de espuma o la participación en ejercicios de estiramiento pueden ayudar a liberar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad. Estas actividades se pueden realizar antes y después de los entrenamientos para prevenir el dolor muscular.
Recuerda, es importante escuchar a tu cuerpo y ajustar tu rutina de ejercicios en consecuencia. Si experimentas dolor muscular persistente o severo, es aconsejable consultar a un profesional de la salud. Nosotros, como fisioterapeutas, podemos proporcionar un diagnóstico adecuado y recomendar opciones de tratamiento adecuadas.
En conclusión, si bien no existe una forma segura de eliminar por completo el dolor muscular, comprender sus causas e implementar medidas preventivas puede contribuir en gran medida a minimizar su impacto. Al incorporar rutinas de calentamiento y enfriamiento, practicar una progresión gradual, mantener una hidratación y nutrición adecuadas, priorizar el descanso y la recuperación, considerar la terapia de masaje y utilizar hielo o terapia de calor, podemos controlar eficazmente el dolor muscular y continuar disfrutando de nuestros estilos de vida activos.