El dolor de talón puede estar ocasionado por una fascitis plantar. En ests post os explicamos todo sobre esta lesión que supone una gran cantidad de dolores al andar. ¡Cuidado con los pies que son los que soportan todo nuestro cuerpo!
¿Dolor de talón? Podría ser fascitis plantar
La fascitis plantar es una de las lesiones más habituales en el pie. Se trata de una lesión muy frecuente en deportistas, especialmente si su deporte implica correr. Si la fascitis plantar no se trata correctamente se puede cronificar haciendo que estas personas tengan que dejar de hacer deporte.
Se trata de un proceso inflamatorio que se detecta con un fuerte dolor en el talón que se expande por la planta del pie y afecta tanto a hombres como a mujeres. Generalmente se produce la fascitis plantar como consecuencia de presiones repetidas de forma constante sobre el pie, originadas por diferentes actividades: correr, saltar, caminar…etc. Con frecuencia nos encontramos con casos de fascitis plantar en personas sin actividad física habitual y sin un desencadenante.
El diagnóstico médico sería inflamación de la fascia plantar (que es un tejido fibroso) y que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies. La realidad es que pocas veces se realizan pruebas de imagen para comprobar que efectivamente se trata de una fascitis plantar ya que su diagnóstico es “sencillo” por los síntomas del paciente.

Síntomas de la fascitis plantar
El paciente acude a la consulta manifestando dolor en la planta del pie que normalmente se inicia en la parte interna del talón junto con inflamación. Este dolor suele ser más acusado por las mañanas al levantarse de la cama.
Este paciente, probablemente, quede diagnosticado con fascitis plantar. Los dolores de la fascitis plantar pueden ser bastantes fuertes y generan complicaciones para calzarse, ardor e incluso como si se estuviera caminando por rocas punzantes.
Cuando tenemos un paciente con fascitis plantar, significa que se están sobrecargando o sobre utilizando los tejidos fibrosos de la planta del pie (fascia plantar), y normalmente la zona más delicada es en su inserción en el talón.
En caso de no poder acudir al especialista para aliviar la fascitis plantar recomendamos poner hielo en la zona (pisando, por ejemplo, una botella de agua pequeña congelada) para reducir la inflamación y hacer ejercicios suaves de estiramiento de la planta de los pies.
¿Cómo evitar la fascitis plantar?
- Es muy importante mantenerse en un peso adecuado según cada persona ya que un exceso del mismo puede aumentar la presión sobre los pies, modificar la pisada y provocar un incremento de tensión en la fascia. El sobrepeso es un factor de riesgo para sufrir esta patología.
- Seleccionando buen calzado: con buena sujeción, estable y flexible. Los cambios de calzado, sobre todo el paso de calzado de invierno a verano, por el uso de chanclas o calzado muy plano al que no estamos acostumbrados puede hacer que sobrecarguemos la zona.
Causas de la fascitis plantar
Es difícil establecer el origen de la fascitis plantar ya que depende de cada persona, el tipo de pie, sus hábitos posturales… lo que sí conocemos son los hábitos que pueden llevar a que una persona sea diagnosticada con fascitis plantar.
- El tipo de calzado: si se utilizan zapatos o zapatillas con suela desgastada, poca sujección, tacones altos durante prolongados periodos de tiempo. Especialmente delicado es el uso de calzado deportivo erróneo cuando se va a practicar deporte ya que la intensidad de la pisada es mayor. ES importante saber que si se aumenta la carga de los entrenamientos sin suficiente tiempo para la adaptación de los tejidos, la probabilidad de tener una lesión aumenta.
- La forma de pisar: La pisada de las personas varían en función de hacia dónde llevan el peso y la carga en sus pies. Podemos encontrarnos con pies valgos o pies cavos.
- Lesiones del pasado: esguinces mal curados, lesiones de rodilla que modifican la pisada, problemas de cadera.
- También son factores de riesgo los problemas circulatorios, diabetes. tener problemas relacionados con los niveles de colesterol o sufrir alguna enfermedad autoinmune . En estos casos, la capacidad de respuesta del tejido se ve disminuida y se complica la recuperación espontánea y el manejo de los procesos inflamatorios de forma adecuada.
¿Cómo es el tratamiento de la fascitis plantar?
El tratamiento ideal para nosotros es el resultado de combinar la fisioterapia, el ejercicio terapeútico y la podología.
Tras una fase de análisis inicial por parte del equipo de profesionales, donde se examina el pie, la pisada y los hábitos de higiene postural del paciente, se determinan las acciones correctivas. En función de lo agudo de la lesión pueden realizarse técnicas para disminuir la inflamación y aumentar la analgesia como la diatermia (conocida como Indiba) o electroestimulación, combinada con el tratamiento manual y las plantillas (en caso de necesitarlas como ayuda transitoria). Y en todos los casos ejercicio para poder modificar la respuesta del tejido y mejorar los factores que hayan influido en la aparición de la patología, como el patrón de marcha o carrera o el funcionamiento anómalo de rodilla o cadera.
Duración del tratamiento
Este tipo de lesiones experimentan una gran mejoría a partir de la tercera o cuarta sesión y durante el tiempo que dura el tratamiento, el paciente no ha de inmovilizar el pie ni parar su actividad física. Dentro de la pauta habitual, recomendamos completar el tratamiento con los ejercicios mandados por el fisio para casa y adquirir hábitos de higiene postural correcta que nos ayudará a evitar recaídas.
Independientemente del tipo de cirugía, la fisioterapia temprana es importante para la recuperación.
Referente en diatermia en Madrid
En la clínica Barrena Craus llevamos trabajando esta técnica más de tres años y tanto nosotros como nuestros pacientes estamos muy satisfechos con los resultados. La aplicación de esta técnica depende de la lesión y su grado y somos los especialistas quienes hacemos la recomendación de la aplicación de la misma. A partir del estudio del paciente se hace una evaluación y se decide cómo abordar las lesiones, si mediante técnicas como la diatermia, terapia miofascial, terapia manual… o una combinación. El objetivo es recuperar lesiones en el menor tiempo posible poniendo siempre la salud del paciente en el centro.