Cuando una mujer empieza a notar los síntomas del prolapso uterino sienten sensaciones de angustia y desasosiego que se pueden solucionar fácilmente con la fisioterapia.

Estos “pequeños” síntomas, que pocas veces presentan dolores, son lo suficientemente importantes e incómodos como para paralizar el día a día normal de una mujer activa.
Por este motivo escribimos este post, para tranquilizar a todas nuestras pacientes, o familiares de pacientes, con este problema. La buena noticia es que la fisioterapia tiene soluciones para mejorar este trastorno y en caso de requerir intervención quirúrgica, para lograr una recuperación óptima y evitar recaídas.
Nosotros abordamos este problema, más frecuente de lo que te imaginas, con la técnica de la Reeducación Postural Global.
¿Qué es el prolapso uterino?
El prolapso uterino es una enfermedad muy habitual en mujeres, especialmente si han dado a luz a través de partos vaginales más de una vez. Por diferentes motivos se debilitan los músculos de la pelvis (suelo pélvico) que mantienen los órganos de la zona, entre ellos el útero, y la consecuencia es que se descuelgue el útero sobre la vagina.
Hay casos de mujeres que no han dado a luz pero se da un factor congénito que provoca una debilidad de los músculos de la zona y como consecuencia nos encontramos con el problema de la pérdida de fuerza muscular del suelo pélvico igualmente.
¿Es eficaz el tratamiento de fisioterapia para el prolapso uterino?
La fisioterapia nos puede ayudar cuando se produce el prolapso, por supuesto. La técnica de fisioterapia para tratar el prolapso es fortalecer los músculos de la zona y volver a tener un tono adecuado.
Los prolapsos se categorizan en grados y, en función del grado, podemos trabajar el fortalecimiento del suelo pélvico que tendrá como consecuencia reducir o “curar” el prolapso uterino.
- Cuando es grado 1: aflora hasta la mitad del conducto vaginal.
- Si evoluciona a grado 2: aflora hasta el introito vaginal.
- El grado 3: sobrepasa el introito vaginal.
- Grado 4: exteriorización total del órgano o víscera pélvica.
Los grados 1 y 2 se pueden tratar de forma exitosa a través de la fisioterapia mientras que los grados 3 y 4 requieren de intervención quirúrgica ya que este avance supone que el órgano (útero) esté saliendo al exterior a través de la vagina. En caso de tratarse de un grado elevado de prolapso uterino, que no logramos una recuperación completa, la fisioterapia nos ayuda a evitar que la situación empeore.
Cómo ayudan los músculos adyacentes
Cuando la pérdida de fuerza, y consecuentemente de sostén del útero, ha sido prolongada en el tiempo o ha afectado a los músculos más profundos, las fibras que se han dañado se quedan sin elasticidad sin capacidad de contraerse ya que se han convertido en cicatrices. En estos casos es importante acudir a los músculos vecinos que nos ayudarán a compensar la pérdida muscular y provocar en la mujer una mejor calidad de vida.
En consecuencia, una buena noticia para las mujeres con este tipo de problema, es que en multitud de ocasiones no es necesario acudir a la cirugía para solucionar un prolapso uterino.
¿Cómo detectar el prolapso uterino?
Las mujeres que sufren el prolapso uterino notan una serie de síntomas y que con frecuencia se confunden con otros problemas si no se conoce que existe este problema.
- Pérdidas de orina.
- Sensación de tirón de la zona de la pelvis
- Sienten que hay un tejido que sobresale por la vagina (una sensación similar a cuando un tampón no está bien colocado).
- Pequeñas hemorragias.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
Ejercicios para evitar el prolapso uterino
Los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico están orientados a mejorar la fuerza de la zona recuperando la tensión de los tejidos que sujetan los órganos. De esta forma aumenta el tamaño de las fibras musculares y sobre todo a elevar el órgano que se había “caído”.
Para evitar la pérdida de fuerza en los músculos del suelo pélvico, recomendamos hacer una serie de ejercicios en casa que son muy fáciles y no requieren ningún tipo de material adicional.
Ejercicio “elevar la pelvis”
Este ejercicio requiere de un poco de tiempo que te permita tumbarte en el suelo Si es posible apoyando la zona del gúteo sobre una pelota blanda o un cojín.
Pasos
- Túmbate en el suelo con las rodillas flexionadas y los pies completamente apoyados en el suelo.
- Sitúa los brazos a los lados del cuerpo y ve elevando la pelvis lentamente
- Cuando sientas que no puedes elevar la pelvis más, aprieta los músculos del glúteo y trata de llevar el ombiglo hacia la espalda (presionando)
- Repite este ejercicio 10 veces, siempre muy lentamente,
Ejercicio «conectando el abdomen”
Este ejercicio requiere que te tumbes boca abajo con una pierna flexionada hacia un lado.
Pasos:
- Apoya la cabeza en los brazos y relaja la espalda.
- Ahora aprieta los glúteos y contrae a la vez el abdomen llevando de forma exagerada el ombligo hacia la espalda.
- Debes sentir como tu barriga se despega levemente del suelo en cada contracción.
- Relaja y repite 10 veces.
El prolapso uterino puede mejorar, no esperes más y consulta a profesionales. En nuestro caso, dentro del equipo de Barrena Craus contamos con fisioterapeutas especializadas en el tratamiento y cuidado de la mujer y en sus patologías específicas.
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Independientemente del tipo de cirugía, la fisioterapia temprana es importante para la recuperación.
Referente en diatermia en Madrid
En la clínica Barrena Craus llevamos trabajando esta técnica más de tres años y tanto nosotros como nuestros pacientes estamos muy satisfechos con los resultados. La aplicación de esta técnica depende de la lesión y su grado y somos los especialistas quienes hacemos la recomendación de la aplicación de la misma. A partir del estudio del paciente se hace una evaluación y se decide cómo abordar las lesiones, si mediante técnicas como la diatermia, terapia miofascial, terapia manual… o una combinación. El objetivo es recuperar lesiones en el menor tiempo posible poniendo siempre la salud del paciente en el centro.