Por qué los esguinces en niños requieren una atención distinta
Los esguinces son una de las lesiones más frecuentes durante la infancia, y suelen ocurrir en actividades deportivas o juegos. Sin embargo, tratar un esguince infantil de la misma forma que uno adulto puede ser un error. El cuerpo de un niño está en crecimiento y presenta características anatómicas que requieren enfoques terapéuticos diferenciados. Aquí es donde la fisioterapia pediátrica cobra protagonismo: no solo recupera la lesión, sino que previene secuelas funcionales que podrían afectar el desarrollo motor del menor.

¿Qué es un esguince y por qué se produce en la infancia?
Un esguince ocurre cuando un ligamento se estira más allá de su capacidad o se desgarra, generalmente como consecuencia de una torsión brusca o un movimiento forzado. Los lugares más comunes son el tobillo, la rodilla y la muñeca.
En los niños, la incidencia es alta debido a la gran actividad física, pero también porque su sistema musculoesquelético es aún inmaduro. Por eso, aunque la lesión pueda parecer leve, su impacto puede ser mayor si no se trata adecuadamente.
Diferencias estructurales entre niños y adultos
Huesos más blandos y con cartílago de crecimiento
Los huesos infantiles contienen mayor cantidad de cartílago, especialmente en las placas de crecimiento (fisis), lo que los hace más elásticos pero también más vulnerables a lesiones que afecten el desarrollo óseo. Una torsión que en un adulto provoca un esguince, en un niño puede acabar generando una fractura en la placa de crecimiento si no se gestiona bien.
Ligamentos más flexibles, pero menos estables
Los ligamentos en niños tienden a ser más elásticos, pero menos eficaces en proporcionar estabilidad articular. Esto, sumado a una menor fuerza muscular y coordinación motora en desarrollo, hace que el riesgo de esguince sea elevado incluso con estímulos de baja intensidad.

El papel de la fisioterapia en la recuperación de esguinces infantiles
La fisioterapia pediátrica se adapta al nivel de desarrollo físico y cognitivo del menor, e involucra técnicas tanto pasivas como activas que promueven la curación y previenen recaídas.
Evaluación inicial: base de un tratamiento efectivo
En Barrenacraus, realizamos una valoración personalizada donde consideramos:
- Edad del niño
- Nivel de madurez ósea
- Actividades deportivas habituales
- Tipo y grado del esguince
Esto permite diseñar un protocolo individualizado con objetivos concretos.
Técnicas utilizadas en fisioterapia infantil
- Estimulación propioceptiva con juegos de equilibrio
- Ejercicios guiados para mejorar fuerza y coordinación
- Masaje terapéutico para reducir la inflamación
- Terapias manuales suaves adaptadas a su anatomía
- Educación postural para evitar patrones compensatorios
Beneficios del tratamiento precoz con fisioterapia
Comenzar la fisioterapia en fases tempranas de la lesión, idealmente en la primera semana tras el diagnóstico, puede marcar una diferencia importante en el pronóstico del menor
Recuperación funcional más rápida
El abordaje temprano permite intervenir cuando los procesos inflamatorios están activos, favoreciendo una cicatrización más ordenada y eficaz del tejido lesionado. Así, el niño recupera antes su movilidad, fuerza y confianza para retomar su vida activa.
Menor riesgo de recaídas
Cuando no se fortalece correctamente la musculatura que sostiene la articulación lesionada, el riesgo de nuevos esguinces aumenta considerablemente. La fisioterapia se enfoca en reeducar la mecánica articular y mejorar la estabilidad para evitar futuras lesiones.
Reeducación del movimiento desde la infancia
En edades tempranas es más fácil corregir patrones motores incorrectos. Gracias a la neuroplasticidad infantil, el trabajo fisioterapéutico puede reprogramar movimientos disfuncionales y establecer bases sólidas para el desarrollo físico saludable del niño o adolescente.
Prevención de complicaciones crónicas
Un esguince mal tratado puede derivar en dolor persistente, rigidez articular o incluso deformidades posturales. Con un enfoque preventivo desde la fisioterapia, se evitan esas secuelas, lo que reduce también el riesgo de desarrollar patologías musculoesqueléticas en la edad adulta.
Evidencia científica
Un estudio de la Universidad de Zaragoza [fuente] evaluó a 96 pacientes pediátricos con esguinces. El 85% de los niños que iniciaron fisioterapia en las dos primeras semanas posteriores a la lesión lograron una recuperación completa sin secuelas, frente al 60% de quienes la comenzaron de forma tardía. Los investigadores concluyeron que la fisioterapia temprana mejora significativamente la evolución funcional y reduce el tiempo de baja deportiva o escolar.
Riesgos de un tratamiento inadecuado o inexistente
Ignorar la importancia de la fisioterapia puede traducirse en:
- Inestabilidad articular persistente
- Dolor crónico o rigidez
- Alteraciones posturales
- Disminución del rendimiento físico
- Pérdida de confianza en el movimiento
En niños en fase de crecimiento, estos efectos pueden condicionar negativamente la alineación ósea y muscular durante años.
Riesgos de un tratamiento inadecuado o inexistente
Más allá de la curación puntual, la fisioterapia infantil orientada al tratamiento de esguinces representa una inversión en salud a largo plazo. Facilita una recuperación rápida, funcional y segura, y además sienta las bases de un desarrollo motor saludable. Por eso, acudir a centros especializados como la clínica de fisioterapia Barrena Craus es una garantía de cuidado profesional adaptado a cada etapa de la infancia.
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